The artifact & living
Como dije en mi primer artículo "La pantera Rosa", inaugurando esta nueva sección de piezas infantiles y juveniles, continuaré usando un tipo de repertorio que ayude al alumno a aprender lo máximo posible en cuanto a técnica elemental, divirtiéndose al mismo tiempo. Durante este curso pasado he probado esta obra con tres alumnas, dándonos excelentes resultados. Para tratarse de un nivel elemental (estoy hablando de un primero), la obra comienza con un gesto singular para el alumno: por primera vez cruza las manos. Este gesto, natural para los pianistas, es tan novedoso para ellos, que se sienten importantes. Psicológicamente, esto nos ayudará bastante. El hecho simple de cruzar los brazos les demuestra que pueden "abrazar" el teclado, y, que por lo tanto, el instrumento no es tan amplio y grande como para ser inalcanzable.
Una de las frases que les repetiremos siempre durante los años básico de su carrera es: la mano izquierda es el motor de la derecha. Es nuestro reloj, nuestro tictac desde el primer compás hasta el último. Como sabéis, profesores y alumnos, el estudiante siempre tiende a arrebatarse y a no mantener el tiempo. Esta obra constituye un perfecto ejemplo de trabajo de mano izquierda.
No sé muy bien como referirme al estilo de esta obra: podría ser algo intermedio entre el pop y el minimalismo. La melodía en esta obra es muy simple y absolutamente destacada. Como véis, se dobla en octavas. Otra novedad para los alumnos. En este tipo de armonía conseguirán con muy poco esfuerzo cantar con el quinto dedo. Al menos esa ha sido mi experiencia con mis alumnos. En cuanto a la armonización general de la obra, emplea siempre notas cercanas entre sí, cambiando el modo de referencia, normalmente de un eolio a otro. Auditivamente el alumno se aproximará a ciertas formas modales a través de esta pieza.
Una vez más, deliberadamente, he bajado el tempo, pues así os será de mayor utilidad.
En cuanto al pedal: puesto que el alumno no maneja el pedal, es una estupenda iniciación para poner pedales derechos muy largos. A través de estas modulaciones tan claras los irá cambiando sin ningún esfuerzo. Conseguiremos pié = manos = oído. Normalmente esta obra suele gustar, sobre todo a preadolescentes y preadolescentas. Espero que os sirva. La partitura se encuentra fácilmente en Google.
En cuanto a la película Donnie Darko, a la cuál pertenece esta obra, he de decir que me encantó y recomendaros que si os dan miedo los conejos asesinos no la veáis.